Los fitosanitarios biológicos son aquellos compuestos por seres vivos (insectos, esporas de hongos, bacterias, etc.), o bien, por sustancias producidas por éstos. Estas sustancias también se pueden producir artificialmente, y cuando esto ocurre, los fitosanitarios en cuestión, no pierden, según algunas fuentes, la categoría de biológicos, pues las sustancias de las que están compuestos son idénticas a las producidas por los seres vivos de forma natural.
Un ejemplo de fitosanitario biológico es el fungicida compuesto por la materia activa BLAD (Banda de Lupinus albus doce). El lupino, también conocido como altramuz, sintetiza la proteína BLAD que rompe las paredes celulares de los hongos y por lo tanto actúa como fungicida. Es esta proteína la materia activa de los fungicidas conocidos por la marca comercial Problad que están registrados en países como EE.UU., Canadá y Australia en almendras, vegetales, frutas, vid, etc. para tratar hongos de gran impacto como la botritis (Botrytis cinerea) y el mildiu (Erysiphe necator)
Paradójicamente y a pesar de que el descubrimiento y patente de BLAD fueron cocinados en Portugal por la empresa CEV, a día de hoy, este fitosanitario, todavía no está registrado en Europa. No obstante la empresa predice que podrá comercializarlo en algunos países de la unión en 2021/2022.
Donde sí ha podido comercializarlo y desde 2013 ha sido en EE.UU. Además este fitosanitario está exento de LMR (límite máximo de resíduo), lo cual da cierta flexibilidad al agricultor que exporta a EE.UU. pues en caso de tener que aplicar dosis más elevadas de éste fungicida, no existiría riesgo de rechazo en frontera por exceso de resíduo.
Sin embargo, esta exención puede tener fecha de caducidad pues la agencia EPA ha propuesto retirar la exención y establecer un LMR de 0.02 ppm para BLAD. La EPA propone tal LMR a raíz de que ya en 2015 otra agencia americana, la FDA, alertó del potencial alérgeno que el BLAD puede suponer a los indivíduos alérgicos al cacahuete.
Habrá que esperar las resoluciones finales de las agencias americanas y europeas para poder ver si el BLAD se puede convertir en una alternativa a otros fungicidas convencionales en todos los ámbitos. No obstante, este ejemplo nos sirve para verificar que incluso los fitosanitarios biológicos pueden tener que ser aplicados con especiales medidas para poder cumplir con el LMR.