Los mohos y hongos de las mandarinas

Seguro que la mayoría de lectores están familiarizados con los mohos y hongos que se desarrollan en los cítricos, especialmente los de aquellas piezas de fruta que han sido relegadas al ostracismo en un lugar escondido del frutero. En este vídeo podéis ver un par de mandarinas afectadas (y que han sido compradas esta misma semana).

Para combatir estos hongos, se suele aplicar fungicidas -en la fruta recolectada- tales como el tiabendazol, el tiofanato de metilo y el imazalil (también conocido como enilconazole). Los dos primeros fueron lanzados comercialmente en la década de los 60 y fueron creados por Syngenta (multinacional suiza de agroquímicos) y por Nippon-soda (multinacional japonesa) respectivamente. El imazalil es posterior y fue creado en 1983 por la farmacéutica belga Janssen.

En particular, este último, ha sido noticia recientemente pues la Comisión Europea lo ha añadido a la lista de observación de sustancias (watchlist) de la política común de aguas. Es decir, la Comisión Europea ha establecido un límite máximo de imazalil en las aguas superficiales de la Unión Europea (800 nanogramos/litro). Pongamos este límite en referencia: en una piscina olímpica llena de agua europea sólo puede haber unos 2 gramos de imazalil (tras suponer que una piscina olímpica contiene unos 3 millones de litros).

Municipalidad Antofagasta from Antofagasta, Chile, CC BY 2.0, via Wikimedia Commons. Imaginemos que rellenamos una piscina olímpica como esta con agua europea, como máximo sólo podría haber 2 gramos de imazalil en toda la piscina.

Y os preguntaréis ¿cómo es posible que si se aplica el imazalil en la piel de los cítricos acabe en las aguas superficiales?

Hay que tener en cuenta que el imazalil no sólo se aplica en cítricos una vez recolectados. También se aplica en cereales, patatas, cucurbitáceas ,etc. antes de su recolección. Es decir, también se aplica en campo.

Lamentablemente, no todas las aplicaciones de fitosanitarios cumplen la normativa. En ocasiones debido a una mala aplicación ( dosis superior a la recomendada, condiciones meteorológicas no aconsejadas para la aplicación, errores, etc.) el imazalil percola y se diluye en los ríos y acuíferos. Esto supone una pérdida económica al agricultor pues implica un gasto innecesario de fungicida, una merma en la protección del cultivo y sin duda una agresión al medio ambiente.

Además, una aplicación incorrecta con una dosis superior a la recomendada, un número de aplicaciones elevado o una aplicación en estadíos avanzados del ciclo del cultivo puede dar lugar a que haya resíduo de imazalil en los cítricos que llegan a nuestras casas por encima del nivel permitido. A día de hoy en la Unión de Europea el límite máximo de resíduo de imazalil en mandarinas es de 5 mg/kg (o lo que es lo mismo, 5 partes por millón).

Conviene recordar que los límites máximos de resíduo (LMR) se establecen entre 100, 1000 o incluso 10.000 veces por debajo de los niveles que empiezan a resultar tóxicos para el ser humano. Por lo que, aunque se cole algún lote de mandarinas que supere el LMR, sería muy difícil que llegue a ser tóxico.

Todos los anteriores puntos desarrollados son sólamente la punta del iceberg de todo lo que se esconde detrás del hongo verdoso del género Penicillium que se encuentra en el frutero de tu casa y que además también puede ser tóxico debido a alergias que puedan desarrollarse en algunas personas.

Para más información, puedes escribirnos a limitemaximoresiduos@gmail.com o seguirnos en nuestro canal de youtube, nuestro portal en linkedin o en nuestro perfil en twitter.

Publicado por Limare.blog

Límite Máximo de Residuos (LMR)

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