Transgénicos (OGM) en la agriculura de la Unión Europea

En 1998 la Unión Europea aprobó el cultivo, en suelo europeo, de plantas genéticamente modificadas. Este acontecimiento estuvo precedido por años de trabajo experimental y burocrático. Resulta paradójico que a Europa, lugar de nacimiento de los transgénicos, le haya llevado mucho más tiempo el proceso de aprobación que a muchos países americanos (algo parecido ha ocurrido con la vacuna de la Covid-19 donde la alemana BioNtech ha tenido un papel muy relevante y sin embargo Pfizer se ha llevado la mayor parte del reconocimiento como primera empresa occidental en lanzar «la» vacuna). Sin embargo, centrémonos, han pasado ya más de 20 años desde la aprobación de los cultivos transgénicos, ¿qué sabe el lector acerca de ellos?

En la imagen vemos la evolución, fruto de la mejora vegetal a través de selección de indivíduos y cruces, desde el cultivo primigenio, el teosinte a la izquierda, hasta el maíz convencional actual (NO transgénico) a la derecha . Fuente: John Doebley, CC BY 2.5 https://creativecommons.org/licenses/by/2.5, via Wikimedia Commons

En primer lugar conviene aclarar que los OGM (organismos genéticamente modificados) no sólo son usados en agricultura. De hecho, en el año 2007 tres científicos recibieron el premio Nobel por sus investigaciones en técnicas para modificar genéticamente ratones. Asimismo, es común el uso de microorganismos genéticamente modificados con fines sanitarios (por ejemplo, para fabricar insulina) . Existen incluso seres humanos genéticamente modificados, pues en ocasiones, debido a una enfermedad genética se tiene que recurrir a la terapia génica para cambiar los genes que desencadenan el problema. Pues bien, un humano que haya sido tratado con terapia génica es un OGM con todas las de la ley. Si los OGM son usados en el mundo animal, en los microorganismos, sin apenas debate, ¿por qué no ocurre lo mismo en la agricultura? Es complicado…¡Empezamos!

Ratones transgénicos que muestran ojos fluorescentes flanqueando a un ratón convencional. See above, CC BY 2.0 https://creativecommons.org/licenses/by/2.0, via Wikimedia Commons

Los cultivos genéticamente modificados son bastante heterogéneos. Algunos son resistentes a herbicidas y permiten un uso que puede llegar a ser abusivo de los mismos. Otros cultivos son resistentes al ataque de insectos y por eso, permiten un ahorro de insecticidas. Siendo ambos transgénicos, unos fomentan el uso de más químicos y otros el efecto contrario. Centrémonos en estos últimos.

El ejemplo más representativo es el maíz MON 810 (que por cierto está permitido en Europa pero sólo con fines de alimentación animal. En EE.UU. , Brasil, etc. sí se permite su uso para consumo humano) . Este maíz es resistente a una plaga conocida como taladro del maíz. ¿Y os preguntaréis, cómo ha conseguido esta resistencia? Pues se le ha insertado al maíz un gen de la bacteria Bacillus thuringinesis que fabrica una proteína con efecto insecticida. Tanto es asi que en agricultura ecológica está permitido el uso de Bacillus thuringiensis (en este caso, la bacteria entera, no sólo el gen) para combatir los insectos.

El problema de rociar Bacillus thurigiensis encima de los cultivos ecológicos es que en ocasiones los cultivos de esta bacteria están contaminados con bacterias muy toxicas como el Bacillus cereus. La agencia europea de seguridad alimentaria EFSA, ha detectado en 7 años (2007-2014) 413 alertas alimentarias debido a Bacillus cereus que han afectado a más de 6000 personas, de las cuales 352 tuvieron que ser hospitalizadas. Incluso la propia EFSA ha publicado un estudio en que habla de los riesgos que puede entrañar no sólo encontrar Bacillus cereus en la comida sino también el propio Bacillus thuringiensis.

Cambiando el enfoque y a pesar de estos inconvenientes, sin duda preferiría vivir al lado de un campo de cultivo ecológico antes que al lado de uno de agricultura convencional ya que estaría menos expuesto a aplicaciones fitosanitarias más agresivas y probablemente el campo de agricultura ecológica sería algo más biodiverso. Pero no debemos olvidar que no todo es oro lo que reluce. Cuando en agricultura ecológica se aplica Bacillus thurigiensis, los efectos insecticidas de este son los mismos para la plaga en cuestión como para otros insectos totalmente inócuos o incluso beneficiosos.

Maíz convencional (no transgénico). Debido a la climatología, el taladro del máiz no es, de momento, una amenaza para el maíz en Galicia. Por eso los agricultores plantan maíz convencional por ser su semilla más económica que la transgénica

Llegados a este punto, ¿qué es mejor un campo con maíz transgénico MON 810 al que no hay que tratarlo con insecticidas o un campo de maíz ecológico al que se le aplica Bacillus thuringiensis?

Existen muchos más factores que impiden contestar a esa pregunta con un enfoque tan reduccionista. Por eso, esta será sólo la primera de las varias entradas de blog que le dedicaré a los transgénicos. ¡Espero que aprendamos juntos en esta pequeña aventura!

¡Un saludo limareños!

Publicado por Limare.blog

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